***La 12va F.L.I.A. está al llegar***

Sábado 5 y Domingo 6
de Diciembre
En Cooperativa Gráfica Patricios -
Av. Patricios 1941 - Barracas/La Boca - Bs. As.


Editoriales independientes – Fanzines - Publicaciones Alternativas - Revistas - Escritorxs independientes – Encuadernadorxs – Fotógrafxs – Ilustradorxs - Pintorxs - Artistas visuales -Poetas – Músicxs – Cineastas – Vjs – Teatro – Performances - Charlas – Loquitxs – Historietistas – Hippies – Huertistas – Vos – Comics-Punks – Distribuidoras - Gente rara - Colectivos de difusión – Medios – Radios – Periódicos – Nosotrxs - Aldeas...

Se viene el 2º Encuentro de Revistas Independientes y Comunicación Alternativa (E.R.I.C.A.)


Viernes 12 y Sábado 13 de noviembre.
En la Facultad de Humanidades, Tucumán 1946, Posadas. Misiones. Argentina.
"En un contexto donde la conectividad nos da la 'falsa sensación' de estar comunicados es necesario que quienes integramos colectivos que sostiene algún tipo de publicación gráfica impresa nos encontremos en persona para debatir la realidad en la que intentamos desarrollar los proyectos editoriales (...)"
(Javier Mandirola, Organizador del encuentro, dixit)
Más info y cronograma completo de actividades: http://ericademisiones.wordpress.com/

Boicot a Kraft Foods


¡¡ELLOS TIENEN EL PODER Y LO VAN A PERDER!!

Nos quieren hacer pensar que la esclavitud se terminó, que forma parte del pasado, que sólo la sufrieron los negros de África, pero no. En la actualidad las fábricas y empresas son el mejor exponente de la esclavitud moderna, las hay por todos lados, son la picadora de carne que desintegra, que hace invisible la esencia humana. Sin embargo, decir que en este paradójico y cruel sistema los hombres y mujeres necesitan trabajar para poder sobrevivir, no es nada nuevo. Hoy nos toca hablar de los trabajadores de Kraft Foods, ex Terrabusi. Kraft se viene alimentando con la sangre de sus obreros desde hace más de 130 años; pegó el estirón cuando vendió al ejército de Estados Unidos toneladas de alimentos enlatados para la Primera Guerra Mundial. Kraft, que en solo la primera mitad de este año ganó un total de 1487 millones de dólares, aterrizó en la Argentina en el 2000, momento en el que compró Terrabusi y en el que los trabajadores del grupo pasaron de 8 mil a 4 mil. El propietario que tiene en su poder la mayoría de las acciones de la multinacional es Warren Buffet, uno de los hombres más ricos del mundo y asesor económico de Barak Obama, actual dueño del imperio yanqui.
El martes 18 de agosto llegaron a las manos de los obreros y obreras 160 telegramas de despido. Fue entonces que se dictó la conciliación obligatoria para que la empresa vuelva a otorgar los puestos de trabajo a todos los despedidos, sin embargo la patronal no acató la orden. En respuesta los trabajadores cesaron la actividad en la planta y optaron por cortar la Panamericana, decididos a dar pelea.
Los días pasan, la protestas y cortes continúan, los periodistas mediocres se quejan del “caos de transito”, y la policía, que grafica de una manera excepcional lo que es la ignorancia con poder, reprime. No obstante, no hay que ser adivino para argüir que en la cabeza de la patronal se encuentra Zanón, la fábrica de Neuquén que hoy pertenece a los trabajadores. Los millonarios de Kraft saben muy bien que corren el peligro de perder su picadora de carne, son concientes que en el aire flota la posibilidad de que la fábrica cambie de manos, y eso obviamente no les gusta. Por el momento los obreros tienen todas las de ganar, corren días en que los explotadores transpiran la gota gorda, lo cual no puede más que alegrarnos.

Granger

Comunicado de Adolfo Pérez Esquivel



El Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires aceptó el dinero de la minería y se negó al debate


En el día de hoy -por el 26 de agosto-, a las 9hs de la mañana, se reunió el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA), presidido por el Dr. Rubén Hallú, rector de la universidad. Uno de los temas a tratar era la incorporación al presupuesto de la suma de más de 3,4 millones de pesos (AR$ 3.470.236), fondos provenientes del emprendimiento minero Bajo La Alumbrera, de Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD), ubicado en la provincia de Catamarca.

En una carta del 10 de junio de 2009, enviada al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y a los rectores de todas las universidades nacionales, pedimos que se rechacen “esos fondos millonarios, por el hecho de que provienen de una actividad destructiva y contaminante, que genera cada día más violaciones a los derechos humanos de las poblaciones aledañas al mega-emprendimiento”. Si bien esta distribución de utilidades líquidas y realizadas de YMAD se hace conformemente a la ley 14.771, cabe resaltar que el espíritu de esa ley sancionada en 1958 fue totalmente alterado por la reforma de su artículo 5 durante la última dictadura militar. Además, la empresa Minera Alumbrera Ltd. que explota el yacimiento está actualmente procesada por delito ambiental por la Cámara Federal de Tucumán, imputada por tráfico documental y exportación ilegal de metales, contrabando de oro, uranio y torio, e investigada por lavado de dinero.

Por todas esas razones, repudiamos fuertemente la decisión tomada hoy por el Consejo Superior de la Universidad, de aceptar ese dinero manchado de sangre. Sólo hubo tres votos en contra (de Federico Schuster, decano de la Facultad de Ciencias Sociales, y de los dos consejeros estudiantiles presentes, Mariela Solesio y Mariano Blumenfeld), y una abstención (de Pablo Pazos, representante de los graduados).

Con esta decisión, las autoridades de la Universidad de Buenos Aires prefirieron recibir fondos generados por una actividad que perjudica gravemente a las condiciones de vida de las poblaciones de varias provincias del norte argentino, en lugar de pronunciarse en defensa del interés del pueblo como debería hacer toda institución pública.

Más grave aún, el Consejo Superior se rehusó a todo debate abierto. Por votación, se le negó la palabra a mi asesora que había ido a la reunión en representación mía, con la intención de informar al Consejo Superior sobre diversos aspectos relacionados a esta explotación minera, y presentar los argumentos en contra de la aceptación de ese dinero. También estaban presentes miembros de asociaciones estudiantiles y jóvenes investigadores de la UBA que tampoco pudieron hablar.

Por otro lado, cabe destacar que incluso los consejeros a favor de la aceptación de los fondos reconocieron que se necesitaba ampliar las informaciones acerca del impacto provocado por esa empresa minera, principalmente en cuanto a la contaminación ambiental que provoca. Varios pidieron que la resolución vuelva a la comisión de presupuesto (proposición rechazada por 13 votos contra 9). El decano de la Facultad de Ciencias Sociales propuso que se crease una comisión formada por investigadores de las distintas disciplinas, ya que la mega-minería afecta todos los aspectos de la vida del pueblo. A través de la voz del consejero estudiantil, ampliamos la propuesta de Federico Schuster pidiendo que se organice un debate público, y que de formarse dicha comisión, que su composición incluya también a miembros de la sociedad civil: organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y ambientalistas, asambleas ciudadanas y poblaciones afectadas. Esas diferentes alternativas a la aceptación de los fondos ni siquiera fueron sometidas al voto.

Esta actitud de la gran mayoría de los miembros del Consejo Superior es altamente condenable. Recordamos que las universidades públicas deben actuar en defensa del bien público y estar al servicio de los ciudadanos. Las universidades públicas, y sobre todo una de gran renombre como es la UBA, tienen el deber de abrir sus puertas al debate de tales temas de suma importancia, para definir el modelo de país que queremos.

Reiteramos nuestro fuerte repudio a la aceptación de los fondos de YMAD por parte de la Universidad de Buenos Aires, y condenamos la actitud de su Consejo Superior de negarse al debate.






Buenos Aires, el 26 de agosto de 2009 Adolfo Pérez Esquivel Premio Nobel de la Paz

FERIA DEL LIBRO
INDEPENDIENTE Y (A)
AuToGEsTivAutóNoMALtERNAtivA

16 Y 17

AGOSTO

en IMPA

QuERANdíEs 4290
(esquina Pringles-Caballito)
de 12 a 22hs

por la recuperación de
espacio púbico




Proyecciones, Feria de material independiente, Muestra de arte visual, Charlas y un Espacio para niños y niñas:

de material independiente, Muestra de arte visual, Charlas y un Espacio para niños y niñas:


La "gestión" sigue dando frutos


REPRESION Y DESALOJO EN ALMAGRO

Infantería irrumpió en el centro cultural de Almagro, en Medrano al 500 (esquina Sarmiento) reprimiendo brutalmente en un nuevo desalojo Macrista, que busca continuar con sus negociados inmobiliarios.



Como saldo, hay 20 militantes detenidos (algunos heridos).

Se convoca a movilizarse a la comisaría 9ª, donde están detenidos.



Reproducimos nota de ANred.

Infantería y Policía Federal intentan desalojar el Centro Cultural Almagro

Personal de Infantería y más de 50 efectivos policiales, con la presencia de 12 vehículos pertenecientes a la Comisaría Nº 9, siguen rodeando durante la mañana del miércoles el Centro Cultural Almagro, ubicado en Medrano 473, un lugar inaugurado a principios de agosto para realizar actividades culturales y barriales.

En la puerta del local hay más de 70 personas. La policía no permite la salida o el ingreso al centro cultural, por lo que está privando la libertad de quienes están en su interior. El comisario de la 9º no está presente, no hay orden judicial de desalojo y los primeros uniformados no tenían identificación personal.

Según relató a ANRed Jerónimo Altshuller, integrante del Centro Almagro, la policía "se encuentra afuera mostrando los palos, preparándose para entrar violentamente, por ahora sin orden judicial".

Dentro del Centro hay cerca de 25 personas que se acercaron al enterarse que un hombre, que se identificó como Francisco Javier Blas Harriot, comenzó a tapiar con ladrillos la entrada de la puerta alrededor de las 22 horas. Según explicaron los integrantes del Centro, le pidieron explicaciones y el hombre respondió que quería clausurar el lugar sin mayores mediaciones. El hombre llegó a levantar un tapial de un metro y medio, aproximadamente.

"Como nosotros no sabemos quien es, igual le explicamos que estamos en el Centro Cultural hace un tiempo, entonces se armó un entredicho y llegó un patrullero".

Con el paso de las horas comenzaron a arribar más policías y ahora temen ser desalojados por la fuerza.

Según aseguraron fuentes policiales aún no tienen orden de ningún fiscal para realizar desalojos y se encuentran en el lugar por "procedemiento frente a incidentes".

El Centro Cultural Almagro es un espacio recuperado por organizaciones sociales que tiene el objetivo de crear un espacio comunitario y colectivo que impulse actividades educativas y recreativas. La intención del Centro es recobrar el espacio para que lo disfruten y utilicen todos los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires y fue lanzado hace pocas semanas.

Los integrantes del centro solicitan a las organizaciones sociales que se acerquen al lugar o llamen a la Comisaria Nº 9 (Billinghurst 471): 4862-3333 / 4861-5507 / Teléfono del Comisario responsable de la 9º 15-4435-8856

Prensa de la Policía: 4370-5953

Para comunicarse con el Centro Cultural:

15 6975-4260 (Jerónimo Altshuller)

15-3031-9183 (Sebastián)


¡Se viene La Rebvelada en la Boca!... (entrada gratuita / espectáculos a la gorra)

Centro de Exposiciones Verdi.
Almirante Brown 726


¡El número 6 ya está en la urbe!

Plan Colombia: develamos cómo multinacionales en complicidad con el gobierno de Álvaro Uribe, contratan grupos paramilitares para asesinar campesinos. La bioviolencia y la influencia que ejercen megacompañías como Coca-Cola, Nestlé y Mc Donald´s, entre otras.

Cine militante: el arte de transformar la realidad.

Charly García: un recorrido por su obra.

Entrevista: Alfonso Gumucio Dagron, especialista en Comunicación para el Desarrollo Social.

Guitarra hay una sola: disertamos sobre música con Daniel "Alambre" González.

Literatura: Raúl Prchal, un escritor pérdido en la altura.

Informe: Medios y escuela ¿una articulación posible?

El Sótano: David Pitufo Ros; Ocaso 2012; Guillermo de Pösfay.

El juguete rabioso: La toma de la Escuela Manuel Belgrano. Escribe especialmente para Rebvelados la señora Isabel Sarli.


EDITORIAL

¡¡¡Encendamos la mecha señores!!!

El mundo continúa girando, y nosotros con él. Pero hay algo que nunca va a cambiar: los gritos, éstos adquieren trascendencia desde el momento en que ponemos a trabajar las cuerdas vocales y movemos la lengua como una serpiente para vomitarlos. Los otros, a aquellos a los que les llega el alarido, se irritan, se molestan, es una espina difícil de extirpar. Eso es lo que nos impulsa a transformar el tiempo y el espacio: con un micrófono, con una pluma, y, si el nivel de opresión lo exige, hasta con un arma. Volemos libres, como los pájaros, ellos sí que no reparan en independencia. Incluso, en ocasiones, es factible apagar el televisor, apagar a Susana… ella no es un ave.
A veces es inevitable querer dejarlo todo y escapar a algún lugar en el que no existan las bocinas, pero después recordamos que nos excita el masoquismo y nos quedamos, y eso también está bien. No abandonemos nunca, es triste conformarse.
El sol siempre brilla, es cuestión de ir a buscarlo, de acariciarlo para que no se enoje. Amor es una linda palabra, nunca está de más, y si bien es verdad que a veces puede convertirse en el peor de los infiernos, sería un pecado no gozar esa experiencia; no hay porque tener miedo. Pero recuerden lo que ya dijimos, desechen las imágenes lumínicas que aparecen en la pantalla, eliminen para siempre la supuesta ola de inseguridad, ríanse de la crisis, y hasta véanla con alegría, que bien merecida la tienen los bancos y las multinacionales. Es la oportunidad para una nueva era: participemos y fortalezcámonos en conjunto, organicemos marchas, actos, pongámonos de pie, ¡desenchufemos el parlante y gritemos hasta desgarrarnos, la comunicación no son los medios, la comunicación es comunión y compartir!
Muy bien, eso es todo, sabemos exactamente lo que significa, esperemos que hayan podido captarlo. En las siguientes páginas se encontrarán con un poco de cine, música, anarquistas norteños y denuncias a la opresión que ejerce sin escrúpulos el poder, tanto en el ámbito educativo como libertario. Un nuevo año, miles de palabras, y algún que otro alucinógeno por delante.

INVESTIGACIÓN/ el verdadero Plan Colombia


El negocio del oro verde

El biodiésel o la conservación de la biodiversidad son algunas de las soluciones de los detractores del modelo petrolero de George Bush en Estados Unidos y Europa. Pero como en todas las soluciones que surgen de ese rincón del planeta, también hay dividendos para los gobiernos, las ongs y las multinacionales que apuesten por ella; en un negocio que en Colombia, en complicidad con el gobierno de Álvaro Uribe y los grupos paramilitares, ha generado altos índices de bioviolencia.

Desde Colombia, escribe Tomás Astelarra

El planeta está en peligro, y los demócratas encabezados por el ex vicepresidente Al Gore han puesto sobre la mesa en Estados Unidos el debate sobre el uso del petróleo (fomentado por el gobierno de George Bush) frente a otras fuentes de energía, como el biodiésel.
Además de la soya (que cubre casi toda la Argentina), y la caña de azúcar -que como cuenta Eduardo Galeano sólo para endulzar ya desertificó Haití y el norte de Brasil, además de la región del Valle del Cauca-, una de las más importantes fuentes de biodiésel es la palma africana, cuyo aceite también sirve para usos industriales (como freir las papas fritas de Kraft o Pepsi Co Snacks). El principal exportador de éste producto en Latinoamérica (y el cuarto en el mundo) es Colombia, donde la planta tropical de origen guineano comenzó a ser explotada en 1945 por la United Fruit Company como actividad complementaria a la producción bananera. A mediados de la década del 60, existían 18.000 ha sembradas, que crecieron a 150.000 ha en la actualidad y que según los planes del gobierno de Álvaro Uribe (que promociona este producto milagroso como sustituto de las devaluadas exportaciones de café, banana o caucho) podrían ampliarse a 3,5 millones en cinco años.
“En Colombia hay 4 millones ha de producción agrícola. Si al cultivo de palma africana que planea el gobierno le sumamos el caucho, el cacao, los frutos secos, y otros productos de exportación. ¿Qué van a comer en este país?”, se pregunta el investigador irlandés Gearóid Ó Loingsigh. “Desplazar la producción de alimentos básicos o tumbar selva. Yo creo que va a ser una combinación de las dos”, se responde inmediatamente. Y Germán Vélez, director de la Fundación Semillas, agrega: “Colombia pasó de ser exportador a importador neto de alimentos. Estamos importando más de 8 millones de toneladas de maíz, sorgo, arroz, frijol, papa y plátano”.
Pero ese no es el único problema de los megaproyectos de palma africana. Según un informe del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder), estos cultivos han generado grandes impactos ambientales derivados de las obras de infraestructura, cambios en el uso del suelo y la tala de bosque, que ha originado, además, explotaciones ilegales de madera. “Son monocultivos que tienen impacto sobre la biodiversidad, alteran los ciclos biológicos del suelo, el agua; y como es altamente intensivo en insumos, requiere aplicaciones muy fuertes de agroquímicos, que son un fuerte golpe para los ecosistemas frágiles, como lo es la selva tropical, donde la única forma de agricultura sostenible –y típica en las comunidades negras- es la de policultivos”, aclara Vélez.
Y son justamente las comunidades negras el otro problema de (o para) los megaproyectos de palma africana: “En los territorios donde se dan estos cultivos, como el Chocó o el Urabá, hay asentamientos de afrodescendientes o indígenas. Cualquiera que quiera decir ‘esta tierra es mía’, es desplazado. Te vas o en el mejor de los casos vendes barato. Existe una famosa multinacional que se llama Urapalma que ha sido uno de los grandes financiadoras de los paramilitares, cuya función es crear terror, y matar a los líderes sociales que se opongan a estos proyectos”, explica Leonardo González Perafán de la Fundación Indepaz. “Alrededor de estos proyectos (que beneficiarán a multinacionales como Unilever) está el problema del Plan Colombia y de la paramilitarización del país”, aclara Edgard Paez, director de Sinaltrainal.
Según el Incoder, el 93% de los campos de palma africana de la empresa Urapalma están ubicados en los territorios colectivos de las comunidades negras de los ríos Curvaradó y Jiguamiandó. Para la Comision Intereclesial de Justicia y Paz, durante el gobierno de Uribe, se han cometido contra los pobladores 106 asesinatos y desapariciones, 13 desplazamientos, 19 saqueos y quemas de caseríos y 15 torturas, de los cuales “no existe una sola investigación abierta a pesar de que los acusados están identificados e individualizados”.


El Plan Colombia europeo
“Colombia es uno de los pocos países de Latinoamérica donde la Unión Europea tiene una estrategia de su ayuda externa, o ‘ayuda al desarrollo’, como a ellos le gusta decir. Y esa asistencia tiene la forma de los Laboratorios de Paz, que poseen todo un bagaje ideológico y práctico.”, explica O´ Loingsigh.
Ésto último no es casual: “Europa es el mayor inversionista en Colombia, compite con los norteamericanos y hasta el momento gana la batalla: los recursos naturales están pasando a manos europeas como Suez, Aguas de Barcelona, Repsol y Telefónica. Europa ya consume más de la mitad del aceite de palma colombiano; y hay un acuerdo para duplicar la producción de cacao para el 2015 en donde se otorgarán préstamos a los campesinos -que luego devolverán con altos intereses- para que puedan exportar al viejo continente. Lo que sucede es que subvencionan indirectamente a empresas (como la suiza Nestle) con el objeto de que tengan materia prima más barata”, se queja el experto, que además detalla el mecanismo de exportación de las multinacionales: “Los campesinos reciben apenas el 6% de todos los créditos agrícolas que da el gobierno y, por supuesto, ninguno de exportación. Éstos créditos se los queda Nestle Colombia, que exporta café a Suiza, lo tuesta y lo manda para otro lado”, argumenta el experto
A pesar de ser más solapada, la estrategia de los gobiernos europeos no es diferente a la que intenta llevar adelante Estados Unidos con el Plan Colombia. “Si miramos los proyectos de la UE vemos que hay una continuidad entre éste plan y los Laboratorios de Paz. Se apuesta a un modelo de desarrollo agrícola idéntico, promocionando los mismos monocultivos, en las mismas zonas, utilizando las mismas agencias de cooperación: el Banco Mundial y Usaid”, aclara O´Loingsigh.

Conservando el medio ambiente (para después explotarlo tranquilamente)
Las organizaciones de conservación internacional y los estados desarrollados también tienen su bionegocio (relacionado con la bioviolencia): “Hay ongs que cuidando la biodiversidad y el medio ambiente viven de la venta de la soberanía nacional. El Banco Mundial señala que para preservar aquel hay que impulsar no sólo el ecoturismo, sino también el mercadeo de recursos genéticos y la biodiversidad agrícola, y el agua, por supuesto. Dentro de este esquema uno encuentra el proyecto del Corredor Biológico Mesoamericano, que inicialmente abarcaba centroamérica, pero que en los mismos documentos del organismo se extendió al Choco Biogeográfico, que llega al norte de Perú. Ese proyecto está manejado por Conservación Internacional, una transnacional que recibe recursos de Monsanto, Mc Donalds, Coca Cola, que embotella agua, y que conserva un buen historial en el mundo de violación de los mismos derechos humanos promulgados por la Naciones Unidas. Y lo digo en el sentido de que son socios en los negocios a nivel mundial: Coca Cola y Naciones Unidas”, denuncia Humberto Motta, que acude bastante agitado a la entrevista, en un café de Bogotá, después de haber chequeado vía telefónica con Popayán nuestras referencias.
Motta es antropólogo, pero se dedicó a la poesía, actividad que tuvo que abandonar para escribir “Gramática de la Barbarie” y “La biodiversidad es la cabalgadura de la muerte”, donde detalla la vinculación entre las matanzas paramilitares en contra de pueblos originarios de la región del Naya y el Urabá (en el sur y norte del chocó biogeográfico).
“Todos nos sentimos amenazados”, comenta antes de comenzar a relatar una de las mayores afrentas contra la soberanía de los recursos ambientales colombianos: “El gobierno ya ha firmado con los Estados Unidos y Canadá el canje de deuda externa por naturaleza. Son unas 4 millones de hectáreas con recursos estratégicos en el páramo de Sumapaz, la Sierra Nevada de Santa Marta y el parque nacional Tuparro, en el Vichada (donde se concentran los megaproyectos de caucho y palma africana)”.
La Sierra Nevada de Santa Marta se encuentra a orillas del mar caribe. Desde la costa (donde está el Parque Natural Tayrona, en cuyas aguas Exxon Mobil planea explotar petróleo) hasta el pico Bolívar, se pueden encontrar muestras de todos los ecosistemas del planeta. La montaña, con corazón de cuarzo, es tierra ancestral de los indígenas coguis, arhuacos y kankuamos, que han sufrido numerosas matanzas por parte de paramilitares en acciones que ya han sido calificadas de “etnocidio” por la Misión Internacional de Verificación sobre la Situación Humanitaria y de DDHH de los Pueblos Indígenas de Colombia. En total son 260 indígenas kankuamos los que han sido asesinados en los últimos años.

Leyes a medida
Entre las numerosas acusaciones que se levantan contra el gobierno de Álvaro Uribe está la de haber desmontado todo el aparato de control estatal sobre el medio ambiente. “Lo que ha pasado en el Ministerio de Ambiente es una vergüenza. Este organismo llevaba unos quince años intentando articular y fortalecer una política ambiental nacional coherente, y de la noche a la mañana se desmanteló completamente, pasó a ser una oficina de tercera categoría donde solo se legitimiza la ilegalidad de toda esta privatización de los recursos, haciendo que las licencias ambientales sean más fáciles y rápida”, se queja Vélez.
La revolución legislativa de Uribe incluye desde la aprobación de semillas transgénicas al permiso para barcos extranjeros de descargar en territorio colombiano desechos tóxicos, y una Ley de Minería que convirtió a Colombia en el único país del mundo en permitir la explotación urbana. La ley dio el control ambiental a las multinacionales, que no pueden ser demandados por ciudadanos comunes. También penalizó la pequeña minería (que hasta hace poco representaba el 80% de la producción de oro del país). Todo en un contrato de regalía fija para el período de explotación, con exención de impuestos nacionales y departamentales, que las multinacionales pueden dar por cancelado, pero el gobierno no. La Ley de Bosques no cedió a las megaempresas el producto del suelo en las zonas madereras, pero si el “espacio aéreo” sobre él (es decir los bosques).La reforma agraria ha recibido denuncias de numerosas organizaciones de derechos humanos por ser lisa y llanamente un método de traspaso de los territorios de los desplazados -ahora en mano de paramilitares- a las grandes multinacionales.

EL SÓTANO


“Las profecías siempre se cumplen, ¿y los sueños por qué no? Este es el mío…”

Poco más de tres décadas llevan girando este músico sesionista de jazz, quien supo ser invitado y compartir escenario con: Pajarito Saguri, Alejandro Medina, Claudio Gabis, Litto Nebbia, Los Abuelos de la Nada, Miguel Cantilo, Don Cornelio y la zona, Pappo, entre otros. Hoy, con guitarra y voz de remos Pitufo yira con Ouro vo’… Ros, su primer disco solista; con letra, música, arreglos y dirección a cargo del propio jazzista.

Por Azul Gelman


¿Cuándo y cómo surge Ouro vo’… Ros?
El disco nace por una situación fortuita. El año pasado una cuestión de salud en la que estuve al borde de la muerte me llevó a pensar en tantos escenarios, músicos y vivencias que se iban a ir en un instante por la alcantarilla. Decidí que si iba a morir, por lo menos elegiría cómo, y así fue que pensé que Ésta sería la mejor manera de dejar mi huella, de quién era como compositor, instrumentista y productor; de alguien que hizo mucho detrás del escenario acompañando a esos ídolos que hoy todos veneran. Yo siempre estaba detrás de esa cortina de humo que nos cubre a nosotros: los músicos de sesión. Como digo siempre “es una apuesta hacia mi inmortalidad…” O como dice el epígrafe de mi disco “Las profecías siempre se cumplen ¿y los sueños por qué no? Este es el mío”.

En varias de tus letras aparece la necesidad de tener un héroe porque éste deja de existir ¿Tuviste muchos en tu vida?
Mis héroes primigenios fueron los del mundo del comic: Superman, Batman, Linterna Verde (éste último en demasía), tenía pilones de álbumes de historietas como se les decía en esos tiempos. Ya de grande fueron John Lennon, The Who, Yes, Pink Floyd, Rubén Rada, Los hermanos Fatorusso, John Coltrane, Charly Parker y, hoy en día -ya que antes no lo bancaba-, Charly García. Creo que Charly es el último de los héroes del rock.


Mandarte por primera vez con un disco solista como compositor y cantante, con tu vasta trayectoria como músico significa, entre otras cosas tener unas ganas enormes de renacer y renovarse; ¿Qué opinás acerca de ser el héroe de tu propia historia?
Por supuesto, la vida es un eterno renacer, las estaciones, el tiempo. Esos misterios de la existencia: hay un tiempo para sembrar, otro para cosechar y otro para morir. Dios nos dio la posibilidad del libre albedrío, de ser protagonista de su y tu propia obra. Uno no debe ser espectador toda la vida, al menos una vez debe ser el protagonista principal, dejar algo para las generaciones futuras, y yo trato -como todos los artistas- con mi arte mejorar en algo la vida de los demás, que son parte de uno mismo también. “Renovarse es vivir” eso cita el Ouroboros, que es el símbolo que elegí como nombre para mi primer disco solista y el tiempo (o Dios) se encargan de repartirnos los papeles de esta gran obra que es la vida. Ahora yo elegí ser el héroe. “Quien se detiene, muere”, cita el Tao te king.

National Rock es una crítica directa y sin filtros sobre figuras icónicas del llamado rock nacional. Y Clase ’54 da cuenta del sueño que no fue de (casi) toda una generación ¿Cómo ha sido vivir aquella época en sus inicios?
Precisamente cuando llegaron los Beatles a mi cabeza, creí que una canción podía cambiar al mundo. En esas épocas no había nada, había que inventar el todo desde la nada. Poder expresarse libremente estaba prohibido de una u otra manera, la generación del Flower Power creía que había llegado la era de Acuario, que lo espiritual seria la materia primordial. El sueño se termino cuando una bala mato a John… y la MTV atrapo a todos los jóvenes: a creerse la película del Rock Star, llevando el arte a una vacuidad total desprovista de contenidos, exacerbándose en lo negativo, en la destrucción, en movimientos separatistas. Esos raros peinados nuevos como decía Charly. La tierra se cubría de cadáveres, en el ‘73 y en el ‘82 cortaron a la juventud en dos zanjas infranqueables que me parece sólo una buena canción que nos represente puede llegar a unir. Un ejemplo de eso sería la Marcha de la bronca de Pedro y Pablo.

Me quedó claro que lo nuevo de los viejos “no gusta nada de nada”, pero en este último tiempo ¿Escuchaste algún grupo o músico de la nueva camada que te haya gustado?
Hay muchas bandas en el under que andan buscando una personalidad y que cuando se desprendan de falsos conceptos como el estrellato, pueden llegar a dar que hablar. De lo nuevo por ejemplo me gusta Catupecu Machu, Cabezones. Lo que se escucha ahora y pertenecen todavía a la vieja guardia, merecen mis respetos Andrés Calamaro, La Bersuit, La Portuaria. Son músicos que se cagan en las formas tomando como eje principal la canción, tan empobrecida por las letras de hoy que reflejan la superficialidad de muchas bandas que están en el candelero.

Volviendo a Ouro… ¿Cómo van los preparativos de la presentación?
El lanzamiento oficial será en abril en el teatro Palacio Teatro El Victorial. Te diré que he invitado a gente del under que me gusta por su buen gusto: Hijas de su Madre que participarán en coros, quiero invitar a poetas en escena del calibre de Tom Luppo. Habrá también un estreno donde soslayo el tema de los floggers. Para esto tendremos como invitados a la Buenos Aires Blues Grass y fusionaremos el blues grass con candombe: el negro del norte con el del sur. Y también quiero juntar a instituciones como Fundación Huésped y Movimiento Tren Para Todo” y hacer de un show musical un evento artístico integral.





Pinchando el disco

Criminal de Ocaso 2.012
Realidad y fantasía. Enigmas y respuestas. Cielo e infierno. Sol y Luna. Estos son algunos de los ejes en los que giran las canciones de Criminal, segunda placa de estudio de Ocaso 2012, salida al ruedo en 2008 luego de su primer trabajo con título homónimo, editado tres años antes. De rockero sonido intenso, canciones con toques claroscuros, la dupla Vinnichuk-Aguiar en la composición de las letras dejan plasmada la idea básica del final del día pero el comienzo de algo más:
“Del infierno llegó la calma
La tormenta lejos está
Tan distante quedó el frío y la oscuridad.”
(Fragmento de El infierno y la calma)

Sitio Web: http://www.ocasorock.com/


Literatura casera

Yerba Mate libre de Guillermo De Pósfay

Día espeso, bien entradito enero en Capital Federal, y se me ocurre ordenar la biblioteca de mi habitación. ¡Gran idea! Así fue que encontré, luego de una tediosa búsqueda el libro que me prestaron hace unos años atrás (que dicho sea de paso debería retornar a su dueño). Pero antes de eso me invité a releerlo. Ahora lo comparto con ustedes así porque sí. Se trata de Yerba mate libre de Guillermo De Pósfay. A continuación va la reseña, cual trabajo práctico de escuela pero sin la parte aburrida:
A lo largo y ancho de la historia universal se han prohibido tantas cosas… Prohibiciones que claramente están hechas para romperlas. Entonces, ¿Qué pasaría si se prohibiera la yerba mate? Pasan un montón de cosas. Pasa una historia de amor y a raíz de ella se desprenden otras historias que se prestan para una lectura amena y movida a la vez. Inmersos en una eterna ronda matera o en una historia de amor, tranquila y agitada, todos tirados en el pasto de alguna plaza, libres, mateando y charlando hasta que a alguno le llega “el lavado” y hay que parar la ronda un rato. Pasa la crisis, se retoma el baile y seguimos danzando al compás de la vida.
¡Las frases! Imperdibles son las de De Pósfay, de esas que lo dejan a uno repiqueteando en complicidad con el autor. Porque dice lo que pensamos y no decimos. Porque con sus frases se atreve a rascar ahí donde pica, tal vez en ese preciso instante que lo andamos necesitando. Casi al comienzo de la novela hay una frase que da cuenta de esto, por supuesto acá se las dejo: “(…) pero reflexioné demasiado este impulso. Los trenes abren sus puertas unos segundos, o entrás, o te quedás sólo en la estación de tu duda.”

HISTORIAS DE VIDA/ literatura y andazas de Raúl Prchal


Un escritor perdido en la altura
La plaza de Humahuaca en enero rebalsa de mochileros que disfrutan de un buen mate caliente y tortas fritas. Todos los días una multitud se congrega a las doce del mediodía para observar la imagen de San Francisco Solano, que emerge desde la torre del Palacio Municipal para bendecir al pueblo. Y no se puede olvidar a Peñas Blancas, lugar ideal para desaparecer del mundo y recostarse junto a una roca escarpada a meditar mientras se vislumbra el paisaje. Los cuerpos carnavalescos y las lluvias son abundantes en esta época del año. Y el corderito con vino patero es la combinación ineludible si uno transita suelos norteños. Pero ésta no la historia de Humahuaca, sino la de un hombre que vive hace más de treinta años en la ciudad. Hasta aquí nada fuera de lo común, sin embargo, al indagar y descubrir ciertos detalles es imposible no sentirse atraído.
Por Juan Pablo Manente

Raúl Prchal, más conocido como “Raúl, el anarquista”, nació en Munro, provincia de Buenos Aires el 29 de marzo de 1942. Al preguntar por su infancia, sólo dirá que sus más antiguos recuerdos navegan entre lo tierno y lo traumático. A los dieciséis años logró escabullirse de su hogar, y “luego de una despreocupada época como vendedor ambulante” y un breve período como obrero metalúrgico, decidió inscribirse en la carrera de ingeniero agrónomo. “Mi decepción fue mayúscula y sólo asistí a clases una semana. Yo quería ir a vivir al campo y por mi formación burguesa, el único modo que entreveía para lograr este propósito era anotarme en la Facultad de Agronomía”. Luego vendría el curso de ingreso a Filosofía y Letras. “Esto produjo en mí un placer casi erótico”, objetará Raúl. Fue allí donde conoció a Graciela, quien sería su compañera por veintiún años y con la que tendría dos hijas.
Será recién en 1966 donde se producirá un encuentro que lo marcará para toda la vida. En una vieja casona de la calle Matheu unos amigos le presentaron a Shantidás (discípulo de Mahatma Gandhi) -éste es el nombre iniciático que le dio el líder indio a Lanza del Vasto, maestro espiritual oriundo de Italia-. Ambos, Prchal y Shantidás, formaron parte de un intento comunitario en Villa Muñoz (Tanti –Córdoba): La Comunidad del Arca, cuya filosofía se funda en la no violencia y navega entre el quehacer agrario y artesanal. Sin embargo, el proyecto no prosperó, lo que llevó a Raúl a emigrar con su familia a Francia, país donde se halla la casa matriz de La Comunidad del Arca y que Sahantidás había fundado tiempo antes. Allí Prchal vivió por espacio de dos años y recorrió Europa. En una de las tantas travesías, en Oñate (España) se produjo su primer encuentro con los anarquistas. “Comprendí instantáneamente que esa era la respuesta filosófica que había buscado durante tantos años”, explica Raúl.
Al volver a la Argentina, Prchal optó por instalarse definitivamente en Humahuaca.
Influenciado por su experiencia previa con el espiritualismo y la inminente creencia nihilista decidió formar una comunidad en la Quebrada sobre el modelo del Arca. Sus ideas evolucionaron cada vez más acercándose al anarquismo utópico. Pero es quizás la explosión creativa que tiene por estos años lo que más se destaca en él. Rául comienza a escribir desaforadamente: escribe una novela, El Francotirador; colabora para el diario Pregón de Jujuy y para la revista Voces y Manos de Neuquén; y funda, junto a otros artistas La Comunidad Artística Revolucionaria de Orientación Libre (CAROL). Su flamante novela circula fuera de los canales comerciales y logra que transite de mano en mano en países como Francia y España. También crea un semanario independiente, Viento Quebradeño, periódico único en la zona y editado a partir de fotocopias.
Al leer la obra de Prchal se puede encontrar un fuerte componente autobiográfico y crítico. Las situaciones dramáticas que rodean sus escritos oscilan entre lo burlesco e irónico. Historias de bufones, experiencias y chispazos filosóficos navegan en los relatos.
Sin embargo, y a pesar de lo contado, un punto aparte merecen los cenáculos improvisados por Prchal. La olla de fideos y los hambrientos comensales a su alrededor es una escena cotidiana en el castillo de Raúl (así le gusta denominar a su casa), especialmente en épocas de alta temperatura. Él autor de Un guanaco en el arca de Noé, acostumbra a albergar a viajeros por un módico precio que no se consigue en ningún hostal o camping. A los flancos del largo pasillo se desprenden varias habitaciones huecas que encierran a cuatro o cinco mochileros que arrojan su bolsa de dormir para pasar la noche.

Su compañera norteña, Rufina, un poco mareada a causa de componentes etílicos, prende, al caer el sol, algunas velas que sirven para reconocer el lugar. Rául resolvió alejarse para siempre de la vida burguesa que llevaba en la ciudad. Por este motivo fue que decidió, al construir su castillo, no incorporar ni gas, ni luz eléctrica; eso significa cero televisores, nada de teléfonos, mucha leña, y por supuesto tinta china para concretar abstracciones. Al ingresar en su hábitat existe la posibilidad de teletransportarse en el tiempo, viajar a un lugar arcaico en donde la inmediatez de los mensajes de texto no forman parte más que de una mera fantasía. Al ver las paredes fabricadas con masa y barro hace pensar si así se verían las mastabas del antiguo Egipto construidas en las mismas condiciones.
Para encontrar a Prchal basta con preguntar a cualquier pueblerino por él. Algunos apuntarán que es un viejo loco que no para de beber vino en su casa de adobe. Otros argüirán que es un escritor bohemio que gusta de organizar tertulias en medio de una gran comilona. Nosotros, diremos que es un poco de las dos cosas. La primera la admitirá él mismo: “Soy un literato alcohólico que últimamente sólo baja al pueblo para comprar algo de tomar cuando falta”. La segunda lo deja en claro sus nueve libros publicados de forma artesanal* y las decenas de artículos escritos para diversas revistas. Su castillo se halla detrás del monumento a Los Héroes de la Independencia, a una cuadra del cementerio que alberga las almas perdidas de Humahuaca y a pocos metros de una pequeña cancha de básquet en donde se arman desafíos a diario. Al ingresar por la entrada principal la sensación trae como respuesta una relación bipartita: curiosidad y desconfianza. No hace falta golpear la puerta o tocar el timbre inexistente, sólo con dar un pequeño empujón sobre la madera crujiente ya se ésta adentro y enseguida surge la invitación a participar de la siempre concurrida mesa.


* Para los interesados en conseguir la obra de Rául Prchal contactarse con Armando Soto enviando un correo a: inirupay@hotmail.com. También pueden hacerlo en persona, en su castillo de adobe.

CINE/ contrainformación

El arte de transformar la realidad

Tres décadas después de que el cine militante irrumpiera en la escena latinoamericana, documentales como Diablo, Familia y Propiedad y El Rostro de la dignidad actualizan las tradiciones y prácticas de aquel cine combativo de los sesenta y setenta. Con mayores libertades políticas pero exiguas posibilidades económicas mantienen el objetivo de movilizar a los espectadores lejos de las butacas y cerca del conflicto social.

Por Juan Manuel Giraldez

Algunas personas decían que era un perro, otros lo describían como un hombre con cara de animal. Muchos sostenían que era una mujer que no se dejaba ver el rostro. Incluso están quienes lo han visto recorriendo las calles en forma de gendarme o policía. Pero a todos, El Familiar – así lo llamaban-, les infundía un terror demoníaco, su poder era difícil de contrarrestar. Su cómplice, el patrón de la fábrica, debía realizar un pacto con él: a cambio de obtener una buena cosecha, debía alimentar al Familiar con alguno de sus obreros.
A partir de esta leyenda que relataban los pueblos originarios del norte argentino, el documental Diablo, Familia y Propiedad realizado por el Grupo de Cine Insurgente, narra la historia de las desapariciones en el Ingenio Ledesma en Jujuy durante la última dictadura. La ficción del Familiar funciona como el elemento simbólico a partir del cual la película presenta la lucha de clases como uno de sus ejes principales. La elección del conflicto consiste en la connivencia entre la oligarquía terrateniente, representada por los dueños del Ingenio Ledesma, la familia Blaquier y las fuerzas militares, como por la muerte de los obreros que trabajaron en el azucarero desde su fundación en el siglo pasado. De esta forma, parte de la originalidad del largometraje radica en problematizar la relación entre el poder económico y la represión militar, cuestiones poco planteadas en el audiovisual. Pero a su vez una de las características del film y de la mayoría de las películas del cine militante actual, es la aparición en escena de un sujeto popular capacitado para la acción política. Lejos de la inacción y la inmutabilidad de las condiciones de vida marginal, la inclusión de imágenes de los cortes de rutas en 1997 cuando el pueblo expulsó a la gendarmería revela la posibilidad de un pueblo que se organiza para luchar contra la impunidad del pasado y la exclusión del presente.
El peso de Diablo, Familia y Propiedad no solo recae en la historia que se cuenta a partir de la contundencia de los diversos testimonios sino también en los recursos técnicos utilizados y en interesantes elecciones estéticas. Mediante montajes encadenados se intercalan constantemente escenas de la vida de los pueblos originarios en comunidad, con imágenes de los procesos de trabajo capitalista en los ingenios. Una de las secuencias muestra el procedimiento de envasado del azúcar. A partir de un fundido encadenado se forma detrás de esta imagen, sin que la misma desaparezca completamente, otra nueva con cuatro hermanos pequeños, trabajadores de los ingenios. Ambos cuadros quedan superpuestos y de a poco cada uno de los hermanos desaparece del plano hasta que no queda ninguno. Finalmente la cámara retiene el plano de los paquetes de azúcar. A partir de esta combinación, se representa una triangulación entre los ingenios azucareros, el capitalismo y la muerte dado que muchos obreros fallecían por las precarias condiciones de trabajo.
La utilización del mito del Familiar ficcionaliza al documental creando un punto de vista fantástico y sobrehumano. A su vez, la película también se emparenta con la ficción a partir de uno de los pasajes en los que se puede apreciar el lugar de trabajo con camiones entrando en él, acompañado por música clásica con un tono siniestro, produciendo una cercanía con los films de terror. Esto enriquece la construcción del ambiente laboral en la fábrica ligado a lo maligno.

La aristocracia del secuestrador
Al igual que en el cine militante de los 60’ y 70’, en Diablo, Familia y Propiedad, hay apropiación de imágenes televisivas para resignificarlas a partir del montaje. Así es como aparece Nelly Arrieta, una de las referentes de la familia Blaquier, cuando fue invitada al programa de Mirtha Legrand. Arrieta integraba de la comisión directiva del Ingenio Ledesma cuando se decidió el secuestro masivo de trabajadores del mismo. En el programa, se exhibe con su elegante vestido aristocrático y le comenta a la conductora su afán por devolverle a la comunidad todo lo que ha recibido. Luego de los edulcorados halagos de Legrand hacia Arrieta, la cámara se queda con la imagen de mujeres indígenas tejiendo sentadas en el piso de un museo. De esta forma, se busca disputar el sentido original que contenía el discurso inserto en el registro televisivo.
Resulta imposible referirse a este documental sin mencionar la fase de su distribución y su encuentro con el espectador. El film debía ser útil para un objetivo dentro de la realidad concreta, para intervenir e impulsar la toma de conciencia del público. En este sentido, el escrache realizado a Nelly Arrieta de Blaquier a partir de sus expresiones en la película significó una forma de apropiación del documental por parte de los destinatarios. Además, la marcha que todos los años terminaba en la plaza central del pueblo aquella vez finalizó en la mansión de los Blaquier. Tal como afirma Fernando Krichmar, fundador del Grupo de Cine Insurgente en el libro Contrainformación, se verificaba que “era posible intervenir con un producto audiovisual en la lucha por reconstruir una subjetividad combativa”.

En busca de la identidad
A partir del 2001 surge dentro del cine militante el “documental piquetero”, que cobró forma al calor de la lucha de los movimientos de desocupados. En sintonía con esta nueva modalidad, el Grupo Alavío realizó El Rostro de la dignidad. Memoria del MTD de Solano, un documental que aborda la construcción de la identidad piquetera.
Distanciándose de la representación demonizada de estos grupos por parte de los medios masivos, el film se sumerge al interior del movimiento piquetero. Profundiza no solo en los momentos del corte de ruta y las marchas sino que hace visible aquello que está ausente en el discurso mediático. A través del plano secuencia como recurso narrativo, los protagonistas se desenvuelven en asambleas, en talleres recreativos; aparecen discutiendo, tomando decisiones en forma participativa. Hay espacio para el momento en que hombres y mujeres cocinan colectivamente y hasta para los bailes que se realizan en alguna casa del barrio. Estas situaciones se intercalan con imágenes de todo el proceso del corte de ruta: la recolección de las gomas, el armado de los miguelitos y todo objeto útil para armar el piquete. El tiempo del relato no es lineal, salta del corte de ruta a la vida en el barrio, lo cual mantiene el ritmo del documental dotándolo de vivacidad e interpelando a un espectador activo.
A diferencia de Diablo, familia y Propiedad, que se basa en su mayor en testimonios de los protagonistas que miran a cámara, aquí el dispositivo audiovisual funciona como testigo de los hechos, se inscribe formando parte de las sucesos que registra. Pero su marca no es ocultada sino que da cuenta de la intervención del realizador mediante preguntas que éste les hace a los piqueteros acerca de su propia identidad.
A pesar de todo esto, el documental no cae en el riesgo populista que implica la mera descripción aislada de aquellas marcas favorables del sujeto popular. No presupone una admiración por las condiciones de vida en el barrio y la reproducción de las mismas sino que instala al piquetero en el marco de una sociedad total con la intención de provocar la reflexión en el espectador. El conflicto no está ausente, sino que se manifiesta cuando la policía intenta desarmar el piquete y los sujetos deben organizarse para impedirlo. A su vez, la presencia del sector dominante está dada por los titulares de los diarios que se refieren a los cortes de rutas. “Caos por piqueteros que cortan las rutas” y “El Gran Buenos Aires cercado por cortes” son las expresiones con las que se encuentran los desocupados acerca de la representación de su propio movimiento cuando leen los diarios. La identidad del movimiento, entonces, se forma al interior del mismo en su modo de organizarse a partir de la solidaridad y el compromiso pero también en la interacción y tensión con aquellos sectores externos. Cuando los piqueteros se autodefinen en el film, aparecen palabras como orgullo, dignidad, honradez pero también conceptos como exclusión, opresión y cambio social.
Con abordajes diferentes y opciones narrativas y estéticas disímiles, ambos documentales se posicionan frente a otro cine que considera los films como cualquier otro producto que se vende en el mercado. Son muchas las desventajas que rodean a los realizadores como los escasos recursos con los que cuentan. Pero aún así, todavía confían en la fuerza de la imagen audiovisual para incidir en el cambio social.

ENTREVISTA / disertamos sobre música con Daniel "Alambre"González


Guitarra hay una sola


Si pudiéramos dar cuenta de la calidad y cantidad de músicos, y en especial guitarristas, que ha dado nuestro país, no alcanzarían las hojas de esta revista para citarlos a todos. Sin embargo, algunos se han destacado por sobre otros. Producto del esfuerzo personal, una pizca de fortuna y un apasionamiento que trasmite al momento de interpretar su instrumento, el violero Daniel “Alambre” González, se ha convertido en una referencia insoslayable a la hora de hablar de rock y blues en la Argentina.

Por Agustín Zeoli

Ni bien se ingresa al departamento, se observa una biblioteca repleta de discos y Dvds, además de una importante cantidad de guitarras. Alambre nos invita a pasar y comenta gustoso que acaba de terminar de grabar su nuevo disco, “estamos tocando un poquito más funk-rock, siempre rotando con músicos amigos”, dice mientras se acomoda frente al grabador. Consultado acerca de su nuevo trabajo, explica que no considera que el suyo sea un proyecto solista, la plata se divide como si fuera un grupo, y lo sintetiza: “Si están en las malas, también en las buenas”.
“Trataremos primero de sacar el disco de manera independiente, y en caso que funcione o tenga una movida interesante, recién en ese momento negociarlo con alguna compañía. Pero hoy por hoy, las discográficas ya no son como antes. Si bien el negocio nunca benefició al artista (siempre fue para la compañía), ahora es más difícil; en el pasado al menos tenías una seguridad en la difusión, pero ya no. Por eso lo mejor es tocar en vivo”, nos confirma este versátil guitarrista acostumbrado a ser invitado de músicos tan disímiles como Mercedes Sosa, Divididos o Lito Vitale.
¿Qué sucede con las bandas nuevas?, Alambre asegura que “hay grupos que transan con PopArt y que deben ceder el 30% de los shows, como si fuera una agencia de ventas. Si te llevan a un festival, la planilla de intérprete o de SADAIC, se la quedan ellos; es decir que siempre vas a pérdida, lo que pasa es que antes la pérdida era compartida, en la época del vinilo, te podían fabricar al menos con dos números de serie, entonces vos sabías que si vendías 50 mil discos eran 100 mil. En la actualidad con la piratería es distinto; por eso está bueno que vos tires un disco en Internet y te lo bajes, porque es la única manera de difusión que tenemos”.

¿Cuál fue el primer recital que recordás haber ido?
A uno de Manal, lo vi colgado desde una ventana en el Centro Montañes (sito en colegiales); lo tenía a Medina (Alejandro) pegadito al lado mío. Me acuerdo que esas diez cuadras de vuelta a mi casa volví pensando “quiero ser eso”. Después agarré mi guitarra criolla, le puse cuerdas de acero hasta que voló el puente a la mierda (risas). Y ahí empecé a ver a Pappo, La Pesada del Rock and Roll, etcétera.

¿Qué música se escuchaba en tu casa?
Mi viejo disfrutaba mucho del folclore, te estoy hablando de los 60, que era la época de oro de ese estilo de música. Yo vivía en Colegiales, en Maure y Delgado. Cuando era pibe me gustaban los fierros, y laburaba en un taller mecánico cerca de casa. Un día apareció un gordo con pelo largo, en una moto Harley-Davison. Y veía que yo me cruzaba enfrente a escuchar una banda que me volvía loco. “¿A vos te gusta esa música?”, me preguntó. La cuestión es que me regaló Isla de Wight de Hendrix. Ahí se me partió la cabeza, no sabía que era eso pero me mató. Entonces comencé a descubrir bandas como Manal y Almendra.

¿Cómo te relacionaste con Pappo?
En el 78, tocaba con Juan Rodríguez (ex batero de Sui Generis y Polifemo), que también era del barrio. Recuerdo estar en el Ritz, que era un cine de Lacroze y Cabildo, el único lugar donde se proyectaba Woodstock todos los fines de semana. Habré mirado esa película unas veinte veces (risas), pero era la única manera de ver videoclips. Se aplaudía y todo, era como estar escuchando al artista en vivo, una cosa de locos. Ahí se hizo el primer show de Polifemo, conozco a Juan Rodríguez cuando se separa Sui-Generis y un día vino Pappo a tocar, y nos llevó a a la Cárcel de Devoto, hicimos un recital para los presos. Ahí toqué con él, además de Alejandro Medina en bajo y Juan Rodríguez en bateria. Para mi era acariciar el cielo con las manos.

Sorprende Alambre cuando dice que nunca tomó clases de guitarra, siempre fue autodidacta. Y expresa su visión de lo que la música significó para él en sus primeros años: “Uno tenía esta pasión que también era una forma de agarrarte del mundo, un salvavidas. Llamale quilombos familiares, quilombos sociales, la época de los setenta, entonces vos lo que hacías era meterte en un mundillo, una forma de protegerte. Si analizamos la época de la dictadura, uno siempre se hace un replanteo, ‘¿Qué pasó conmigo en esa época?’. Bueno, yo tenía 18 años y a esa edad tenés ganas de expresarte. No había ni contención social, ni familiar por todo lo que se vivía en aquel momento. Uno no quería ver lo que sucedía a pesar de que muchos amigos del barrio eran desaparecidos. Fue una época durísima en la que encima te encapsulabas más.

Leyendo tus letras se observa una lectura del barrio, quizás otros aspectos distintos respecto a lo que puede hablar una banda joven, hablás del travesti, de la sopa caliente, etcétera. Resaltás otras cosas que no es la de los grupos barriales actuales, que hablan más de la cerveza, la esquina…
Sí, quizás tengo una letra más picaresca, algo tanguera. Yo no puedo renegar de mi pasado, entonces quizás hoy miro estas cosas del barrio pero desde mi óptica, tengo esa cosa setentona de la que no puedo despegarme. No es que tenés que quedarte con lo viejo o con lo nuevo, son diferentes vivencias que luego se vuelcan en otra manera de escribir las letras. Lo que pasa es que hoy por hoy se saca mucha chapa del reviente. Y los medios hacen marketing de todo esto. No me gusta los músicos que buscan provocar y no saben ni ellos que quieren provocar.

Alambre se reconoce muy abierto a la hora de hablar de gustos musicales: “El año pasado fui a ver a Bela Flecks y me mató, trato de escuchar de todo, cuando viene gente del blues, del jazz, del rock. Creo que la música, si bien es parte de la cultura de un país, está más allá de las fronteras, de acá o de allá. No importa de donde sea”, suelta Alambre, un músico a todo terreno que sigue transitando su camino de libertad musical sin ataduras comerciales ni cláusulas contractuales, simplemente rodeado de amigos; como cuando encordó su primera guitarra.


¿Cómo fue tu experiencia de grabar en Abbey Road?
Para mí, que lo más lejos que estuve fue en Chile y Brasil, viajar a Inglaterra fue increíble (risas). Por suerte se dio la posibilidad de acompañar a los chicos de Divididos, un regalo del cielo, y caminar por donde estuvo Jimmy Hendrix, estar sentado en los escalones de Abbey Road pensando en los monos que pasaron por ahí, es fuerte. Toda esa magia te pega; encima escuchar a Divididos haciendo Voodoo Chile en el mismo estudio; realmente Ricardo la toca con el espíritu de Hendrix. Se siente esa mística de los años ‘70 en el aire, difícil de explicar.


Conociendo a un tal Luca Prodan…
En el año 1979, el músico Juan Rodríguez llevaría a Alambre a zapar con unos pibes: los hermanos Mollo. A los pocos años, en el mismo sótano, ensayaría Sumo. “Empezamos a experimentar, todo bien, pero al final se originó un vicio de ensayar demasiado y no salir nunca a tocar. Lo bueno es que ese sótano era un caldo de cultivo para cosas nuevas. En ese momento, yo estaba con la cabeza muy estructurada, todo debía estar perfecto. Me acuerdo que Diego Arnedo me presentó a Luca Prodan. Cuando llegamos a la casa, estaba el pelado re loco, con una inglesa que tocaba la batería (primera baterista de Sumo, Stephanie Nuttal), y todo me pareció muy caótico, incluso musicalmente. En realidad todavía no me había dado cuenta que acá Luca venía a romper un molde”

INFORME / lo audiovisual

Medios y escuela: ¿una articulación posible?

Pensar la educación multimedial requiere comprender una alfabetización que conciba la cultura audiovisual como objeto de estudio escolar; objeto que no puede ser dejado de lado en un contexto en el cual los niños son alfabetizados de primera mano por los medios, antes incluso de su entrada a las filas de la escuela formal y de guardapolvo blanco.

Por Tamara Alvarez Brasil y Romina Sanchez

La cultura audiovisual concebida de esta manera se transforma en el primer paso hacia una lectura crítica de lo que se consume en tanto objetos culturales, en una sociedad fuertemente regida por un mercado del sentido cada vez más amplio y dominante (el valor monetario de la información), y a la participación en cuanto a producciones autónomas se refiere. Resulta pertinente entonces, en un contexto en el cual los consumos mediáticos permean nuestra vida cotidiana en su totalidad, insertar la educación en medios al trabajo diario en la escuela.

¿Qué es la educación en medios?
No se puede pensar a los medios de comunicación e información por fuera de la cotidianeidad de nuestras vidas ya que, actualmente operan como agentes socializadores cuyos discursos son parte constitutiva de las identidades individual y colectiva. Teniendo en cuenta que los jóvenes se han transformado en blanco privilegiado de la industria cultural, no podemos desentendernos de la necesidad de encarar la alfabetización multimedial como parte constitutiva del ámbito de la escuela.
En este sentido, pensar en Educación en Medios supone la reformulación de dicho espacio tradicional, su manejo monopólico del saber y del conocimiento. También de la formación de los individuos en nuestras sociedades, para conllevar a la apertura de ese espacio hacia nuevos modos de alfabetización que tengan en cuenta la fuerte injerencia de los medios en la formación de identidad y la necesidad de formar sujetos críticos y autónomos respecto de esos discursos mediáticos.
Por los medios de comunicación circulan representaciones, que no dejan de ser algunas de las tantas posibles y que, respondiendo a su misma naturaleza son construcciones relacionadas con determinados intereses y posiciones ideológicas.
Pensar en Educación en Medios implica el compromiso con la promoción de una lectura crítica ante los propios consumos de productos culturales. Y de la mano de esto, por qué no, el replanteo de las relaciones de poder dentro y fuera del aula, como un acto de democracia que va mucho más allá del acto electoral obligatorio y que se inscribe en la cotidianidad misma de la vida social.
El segundo pilar de la Educación en Medios, de la mano de la lectura crítica, es la producción alternativa que implica el compromiso de la propia creatividad y el lugar activo de los sujetos, la puesta en juego de la subjetividad. Alfabetización en medios implica la lectura y la escritura, la interpretación y la producción, reconociendo la dimensión social de la puesta en común y el armado de productos en colaboración grupal. De esta forma se reflejan los consumos culturales de los estudiantes, las relaciones intergrupales, su interpretación de los medios y sus productos. Entender esta relación como una relación dialéctica es parte fundamental de este proceso en el cual análisis crítico, producción y reflexión nunca son parte final del proceso sino que se resignifican y construyen mutuamente recapitulando lo aprendido, reflexionando sobre lo producido y corrigiéndolo como parte constitutiva de un ciclo.

La puesta en práctica o qué pasa a la hora de entrar en un aula
El origen de esta reflexión se inscribe en la experiencia de campo producto de un taller que es parte de la Carrera de Ciencias de la Comunicación Social de la UBA. El trabajo de campo consistió en la articulación entre un proyecto de educación en medios y la asignatura Lengua, en un segundo año de una E.S.B. en el conurbano bonaerense.
La puesta en práctica requiere el replanteo de objetivos iniciales y la reprogramación de actividades; todas estas, cuestiones comunes a cualquier articulación entre práctica y teoría. Tal práctica, más allá de la riqueza de la experiencia, permite vislumbrar algunas problemáticas que parecen encontrarse bastante lejos de los consumos cotidianos, del contexto socioeconómico de los sujetos, pero sobre todo y esto es lo más preocupante, deja en evidencia la brecha cada vez más grande entre el lugar en el que se toman las decisiones políticas y se planifica la vida escolar de esos sujetos y las condiciones económicas, de infraestructura y recursos y los movimientos culturales y sociales que forman parte de esa vida social.
¿Un nuevo papel de la docencia?
Pensar en educación en medios no implica encender la televisión dentro del aula sino que requiere insertar la alfabetización multimedial al trabajo cotidiano en la escuela, ya sea bajo la forma de materia, con contenidos específicos y puntuales.
Si bien una propuesta de educación en medios es leída como una novedad en el ámbito escolar, no supone una clara y comprometida inserción en el aula dentro de un paisaje en el que los medios continúan siendo concebidos como ventanas abiertas y transparentes que muestran el mundo tal cual es, que reflejan “lo que pasa”, “lo que hay que saber antes de salir de casa”. Y lo que es peor naturalizando las relaciones de poder y los intereses económicos y políticos que manejan los hilos de un mercado de bienes culturales cada vez más amplio, de holdings de medios convertidos casi en verdaderos monopolios del sentido. Los massmedia muestran menos de lo que a propósito ocultan.
También es imprescindible realizar una revisión de la formación docente e insertar en ella no sólo una aproximación a lo que la educación en medios refiere, sino también una preparación constante y continua, pudiéndose convertir esto en un primer paso para la legitimación de este campo que no encuentra aún la manera de insertarse en la vida escolar. En este sentido el investigador y profesor del Media Education Centre de la Universidad de Southampton (Inglaterra) Andrew Hart, afirma que “para participar activamente en las prácticas democráticas, es vital comprender y tener algo que opinar en los procesos de los medios.”

Y entonces ¿qué hacemos?
En un contexto mundial en el que las reglas del mercado parecen ser las que plantean el juego en todos los campos, más que nunca la formación docente tiene que asumir el espacio crítico, público y político que en pocas oportunidades ha asumido.
A grandes rasgos y como se evidencia al momento de abrir la puerta del aula, la educación en medios es una materia pendiente en los programas escolares, y más si tenemos en cuenta que nuestra identidad sociocultural se encuentra fuertemente delineada por lo que vemos en televisión, lo que escuchamos en la radio y a través de las páginas que navegamos en Internet. Llegados a este punto debemos afirmar que no se puede pensar a los medios masivos por fuera de la cotidianeidad de nuestras vidas y del papel que juegan en la constitución de la identidad individual y colectiva. Igualmente, pensar en educación en medios en un contexto como en el que se encuentra la educación argentina, si a recursos materiales, económicos y de infraestructura se refiere, parece convertirse en una utopía. De todas maneras, la formación de individuos críticos, reflexivos y participantes acerca de sus propios consumos culturales y de sus propias construcciones y producciones, hace posible pensar en un universo de sentido puesto en la lucha de los tiempos que corren.

ENSAYO / un recorrido por las canciones de Charly que pintaron al país y su gente

Ese que ve lo que otros no

Charly García podría, sin duda, ser considerado uno de los compositores más importantes de la música popular argentina. De personalidad siempre polémica y de genialidad nunca discutida, Charly tiene sobre sus espaldas una trayectoria con una enorme influencia sobre todos los artistas argentinos posteriores. Lamentablemente, la moral pacata de muchos coterráneos y los medios ávidos de sensacionalismo otorgan más espacio en sus comentarios a los “escándalos” de su vida privada y su existencia ligada a los excesos que a la obra discográfica realizada desde 1972.

Por Agustín Di Tomaso



Si se dejan de lado los logros musicales de Charly (ni más ni menos), observamos que varias de sus letras describen, de la mejor manera, etapas políticas y sociales de la Argentina. A través de su arte y visión personal de los hechos pudo dar cuenta de lo que ocurría. Tal como lo definió Fito Páez, uno de los músicos que ha reconocido la influencia de Charly en su carrera, “(García) es una ráfaga de lucidez imparable; es un ícono auténtico y un artista lúcido en un país muy hipócrita. Charly percibe la tragedia de este mundo como nadie”.

Hubo un tiempo que no fue hermoso…
Desde sus comienzos, las letras de García abarcaron todo tipo de temáticas. Una manera de esconder las canciones de la censura fue dar forma a fábulas que en apariencia parecen simples leyendas o adaptaciones de historias. En 1980, Serú Girán editó su mejor disco: Bicicleta, trabajo que contenía Canción De Alicia En El País, “la” canción de Charly sobre la dictadura. Una Alicia que es parte del país y éste, su único hogar en el mundo: “Quién sabe Alicia, este país/No estuvo hecho porque sí/Te vas a ir, vas a salir/pero te quedas/¿Dónde más vas a ir?”.
También el promiscuo pianista se percató de la imagen falsa que vendía el “American Way Of Life” en los países tercermundistas a principios de la década del ’70. Un ejemplo es la parodia Mr. Jones o Pequeña Semblanza De Una Familia Tipo Americana del disco Confesiones De Invierno, donde Mr. Jones no entiende porque lo llevan preso si son “una familia muy normal”.
En ese paso adelante que significó en la música de Charly el álbum conceptual Pequeñas Anécdotas Sobre Las Instituciones (tanto en sonido como temática), se ven numerosas muestras de la capacidad del músico para lograr un pantallazo de su tiempo. El primer tema, Instituciones, marca cómo éstas adoctrinan la vida de los hombres. En todo caso, ¿para que cuestionar el orden de las cosas si el consumo resuelve todo?: “Oye, hijo, las cosas están de este modo/Una radio en mi cuarto me lo dice todo/No preguntes más/Tenés sábados, hembras y televisores/Tenés días para dar aún sin los pantalones/No preguntes más”. Incluso Charly abarca temáticas como la muerte en El Show De Los Muertos, en Las Aventuras Del Señor Tijeras y la política en Musica De Fondo Para Una Fiesta Animada.
El segundo amor de García, el cine, se hizo presente en el segundo disco de La Máquina de Hacer Pájaros, Películas. Es en ese contexto violento y de represión (corría el año 1977) que se pregunta: ¿Qué otra cosa se puede hacer salvo ver películas? El cine como única vía de escape para el personaje de la canción: “Sobre la T.V. se duermen mis zapatos/Salgo a caminar para matar el rato/Y de pronto yo la veo entre los autos/Justo cuando la luz roja cierra el paso/Me acercaré al convertible/Le diré: ‘quiero ser libre, llévame, por favor’" (¿Qué Se Puede Hacer Salvo Ver Películas?).
Tal vez la historia más fantástica, pero a su vez más realista que escribió Charly sea la canción que cierra el segundo disco de Sui Generis, Confesiones de Invierno: Tribulaciones, lamento y ocaso de un tonto rey imaginario, o no, un monarca que posee todos los lujos y no logra reparar en la miseria en la cual sus súbditos están inmersos: “Yo era el rey de este lugar/Aunque muy bien no lo conocía/Y habían dicho que atrás del mar/El pueblo entero pedía comida/No los oí que vil razón/Les molestaba su barriga”.

No sólo de historias vive el hombre
A veces, García recurría a ficciones para realizar su comentario acerca del presente que vivía; otras plasmaba los sentimientos en pequeñas situaciones que cualquiera pudiera identificar o identificarse. Por ejemplo, la paranoia es el tema central de Hipercandombe. El protagonista del tema está padeciendo una persecución o posee un alto grado de sufrimiento que lo convierte en un extranjero en su propio país: “Cuando la noche te hace desconfiar/Yendo por el lado del río/La paranoia es, quizás,/Nuestro peor enemigo/Cubrís tu cara y tu pelo también/Como si tuvieras frío/Pero en realidad/Te quieres escapar de algún lío” (Películas, 1977).
El músico también graficó el éxodo de cientos de argentinos con el advenimiento de la dictadura en el debut de Serú Girán de 1978 en Autos, Jets, Aviones, Barcos; así como el caretaje argentino en la Grasa De Las Capitales (1979), con parodia a la revista Gente en la tapa del disco, y temas menos pintorescos y más complejos como la Guerra de Malvinas en su primer disco solista con No Bombardeen Buenos Aires (Yendo De La Cama Al Living, 1982).
Al año siguiente, 1983, con la dictadura en retirada, otra cuestión candente fue el de los desaparecidos, y Charly se expresó, como nunca, en Los Dinosaurios: “Los amigos del barrio pueden desaparecer/Los cantores de radio pueden desaparecer/Los que están en los diarios pueden desaparecer/La persona que amas puede desaparecer (…) Pero los dinosaurios van a desaparecer” (Clics Modernos, 1983).

El mundo de fiesta
Charly, no obstante, también creó canciones que buscan brindar una imagen optimista y de expectativa. ¿Para Quién Canto Yo Entonces? cierra Pequeñas Anécdotas Sobre Las Instituciones, y actúa como resumen de la función que cumple el artista: intérprete de sensaciones y pensamientos. Y para García no es relevante la incomprensión que pueda abarcar al arte. Simplemente se limita a expresarse porque al hacerlo él, lo hacen todos: “Yo canto para esa gente/Porque también soy uno de ellos/Ellos escriben las cosas/Y yo les pongo melodía y verso”.
En No Te Dejes Desanimar coloca un manto de esperanza frente a la feroz realidad de miles de desaparecidos y de derechos violados por el gobierno: “Estás harta de ver los diarios/Estás harta de los horarios (…) No te dejes desanimar/No te dejes matar/Quedan tantas mañanas por andar” (Películas, 1977).
El sentimiento de pertenencia a un lugar sobresale en Los Sobrevivientes, de la Grasa De Las Capitales. El protagonista de la canción está hastiado de la realidad en la cual se halla inmerso, pero se reconoce en donde vive: “Estamos ciegos de ver/Cansados de tanto andar/Estamos hartos de huir/En la ciudad/Nunca tendremos raíz/Nunca tendremos hogar/Y sin embargo, ya vés/Somos de acá” (1979).
Con la ida de Reynaldo Bignone y con la democracia por venir, en Yendo De La Cama Al Living, Charly graba un tema que data de los últimos conciertos con Serú Girán: Yo No Quiero Volverme Tan Loco. El mensaje es simple: hay que despertarse del largo letargo que significó el gobierno militar: “Escucho el beat de un tambor entre la desolación/De una radio en una calle desierta/Están las puertas cerradas y las ventanas también/¿No será que nuestra gente está muerta?”.
En definitiva, García ha logrado lo que un puñado de artistas: conmover con su arte (en este caso la música) a través de melodías y hacer pensar a los oyentes a través de las letras. Quizás sea su viejo compañero de Serú Girán, Pedro Aznar, quien lo definió de la mejor manera: “Mientras Spinetta es un explorador de almas, de lo abstracto y lo intangible, Charly es, ante todo, el gran cronista de esta sociedad”.