EL SÓTANO


“Las profecías siempre se cumplen, ¿y los sueños por qué no? Este es el mío…”

Poco más de tres décadas llevan girando este músico sesionista de jazz, quien supo ser invitado y compartir escenario con: Pajarito Saguri, Alejandro Medina, Claudio Gabis, Litto Nebbia, Los Abuelos de la Nada, Miguel Cantilo, Don Cornelio y la zona, Pappo, entre otros. Hoy, con guitarra y voz de remos Pitufo yira con Ouro vo’… Ros, su primer disco solista; con letra, música, arreglos y dirección a cargo del propio jazzista.

Por Azul Gelman


¿Cuándo y cómo surge Ouro vo’… Ros?
El disco nace por una situación fortuita. El año pasado una cuestión de salud en la que estuve al borde de la muerte me llevó a pensar en tantos escenarios, músicos y vivencias que se iban a ir en un instante por la alcantarilla. Decidí que si iba a morir, por lo menos elegiría cómo, y así fue que pensé que Ésta sería la mejor manera de dejar mi huella, de quién era como compositor, instrumentista y productor; de alguien que hizo mucho detrás del escenario acompañando a esos ídolos que hoy todos veneran. Yo siempre estaba detrás de esa cortina de humo que nos cubre a nosotros: los músicos de sesión. Como digo siempre “es una apuesta hacia mi inmortalidad…” O como dice el epígrafe de mi disco “Las profecías siempre se cumplen ¿y los sueños por qué no? Este es el mío”.

En varias de tus letras aparece la necesidad de tener un héroe porque éste deja de existir ¿Tuviste muchos en tu vida?
Mis héroes primigenios fueron los del mundo del comic: Superman, Batman, Linterna Verde (éste último en demasía), tenía pilones de álbumes de historietas como se les decía en esos tiempos. Ya de grande fueron John Lennon, The Who, Yes, Pink Floyd, Rubén Rada, Los hermanos Fatorusso, John Coltrane, Charly Parker y, hoy en día -ya que antes no lo bancaba-, Charly García. Creo que Charly es el último de los héroes del rock.


Mandarte por primera vez con un disco solista como compositor y cantante, con tu vasta trayectoria como músico significa, entre otras cosas tener unas ganas enormes de renacer y renovarse; ¿Qué opinás acerca de ser el héroe de tu propia historia?
Por supuesto, la vida es un eterno renacer, las estaciones, el tiempo. Esos misterios de la existencia: hay un tiempo para sembrar, otro para cosechar y otro para morir. Dios nos dio la posibilidad del libre albedrío, de ser protagonista de su y tu propia obra. Uno no debe ser espectador toda la vida, al menos una vez debe ser el protagonista principal, dejar algo para las generaciones futuras, y yo trato -como todos los artistas- con mi arte mejorar en algo la vida de los demás, que son parte de uno mismo también. “Renovarse es vivir” eso cita el Ouroboros, que es el símbolo que elegí como nombre para mi primer disco solista y el tiempo (o Dios) se encargan de repartirnos los papeles de esta gran obra que es la vida. Ahora yo elegí ser el héroe. “Quien se detiene, muere”, cita el Tao te king.

National Rock es una crítica directa y sin filtros sobre figuras icónicas del llamado rock nacional. Y Clase ’54 da cuenta del sueño que no fue de (casi) toda una generación ¿Cómo ha sido vivir aquella época en sus inicios?
Precisamente cuando llegaron los Beatles a mi cabeza, creí que una canción podía cambiar al mundo. En esas épocas no había nada, había que inventar el todo desde la nada. Poder expresarse libremente estaba prohibido de una u otra manera, la generación del Flower Power creía que había llegado la era de Acuario, que lo espiritual seria la materia primordial. El sueño se termino cuando una bala mato a John… y la MTV atrapo a todos los jóvenes: a creerse la película del Rock Star, llevando el arte a una vacuidad total desprovista de contenidos, exacerbándose en lo negativo, en la destrucción, en movimientos separatistas. Esos raros peinados nuevos como decía Charly. La tierra se cubría de cadáveres, en el ‘73 y en el ‘82 cortaron a la juventud en dos zanjas infranqueables que me parece sólo una buena canción que nos represente puede llegar a unir. Un ejemplo de eso sería la Marcha de la bronca de Pedro y Pablo.

Me quedó claro que lo nuevo de los viejos “no gusta nada de nada”, pero en este último tiempo ¿Escuchaste algún grupo o músico de la nueva camada que te haya gustado?
Hay muchas bandas en el under que andan buscando una personalidad y que cuando se desprendan de falsos conceptos como el estrellato, pueden llegar a dar que hablar. De lo nuevo por ejemplo me gusta Catupecu Machu, Cabezones. Lo que se escucha ahora y pertenecen todavía a la vieja guardia, merecen mis respetos Andrés Calamaro, La Bersuit, La Portuaria. Son músicos que se cagan en las formas tomando como eje principal la canción, tan empobrecida por las letras de hoy que reflejan la superficialidad de muchas bandas que están en el candelero.

Volviendo a Ouro… ¿Cómo van los preparativos de la presentación?
El lanzamiento oficial será en abril en el teatro Palacio Teatro El Victorial. Te diré que he invitado a gente del under que me gusta por su buen gusto: Hijas de su Madre que participarán en coros, quiero invitar a poetas en escena del calibre de Tom Luppo. Habrá también un estreno donde soslayo el tema de los floggers. Para esto tendremos como invitados a la Buenos Aires Blues Grass y fusionaremos el blues grass con candombe: el negro del norte con el del sur. Y también quiero juntar a instituciones como Fundación Huésped y Movimiento Tren Para Todo” y hacer de un show musical un evento artístico integral.





Pinchando el disco

Criminal de Ocaso 2.012
Realidad y fantasía. Enigmas y respuestas. Cielo e infierno. Sol y Luna. Estos son algunos de los ejes en los que giran las canciones de Criminal, segunda placa de estudio de Ocaso 2012, salida al ruedo en 2008 luego de su primer trabajo con título homónimo, editado tres años antes. De rockero sonido intenso, canciones con toques claroscuros, la dupla Vinnichuk-Aguiar en la composición de las letras dejan plasmada la idea básica del final del día pero el comienzo de algo más:
“Del infierno llegó la calma
La tormenta lejos está
Tan distante quedó el frío y la oscuridad.”
(Fragmento de El infierno y la calma)

Sitio Web: http://www.ocasorock.com/


Literatura casera

Yerba Mate libre de Guillermo De Pósfay

Día espeso, bien entradito enero en Capital Federal, y se me ocurre ordenar la biblioteca de mi habitación. ¡Gran idea! Así fue que encontré, luego de una tediosa búsqueda el libro que me prestaron hace unos años atrás (que dicho sea de paso debería retornar a su dueño). Pero antes de eso me invité a releerlo. Ahora lo comparto con ustedes así porque sí. Se trata de Yerba mate libre de Guillermo De Pósfay. A continuación va la reseña, cual trabajo práctico de escuela pero sin la parte aburrida:
A lo largo y ancho de la historia universal se han prohibido tantas cosas… Prohibiciones que claramente están hechas para romperlas. Entonces, ¿Qué pasaría si se prohibiera la yerba mate? Pasan un montón de cosas. Pasa una historia de amor y a raíz de ella se desprenden otras historias que se prestan para una lectura amena y movida a la vez. Inmersos en una eterna ronda matera o en una historia de amor, tranquila y agitada, todos tirados en el pasto de alguna plaza, libres, mateando y charlando hasta que a alguno le llega “el lavado” y hay que parar la ronda un rato. Pasa la crisis, se retoma el baile y seguimos danzando al compás de la vida.
¡Las frases! Imperdibles son las de De Pósfay, de esas que lo dejan a uno repiqueteando en complicidad con el autor. Porque dice lo que pensamos y no decimos. Porque con sus frases se atreve a rascar ahí donde pica, tal vez en ese preciso instante que lo andamos necesitando. Casi al comienzo de la novela hay una frase que da cuenta de esto, por supuesto acá se las dejo: “(…) pero reflexioné demasiado este impulso. Los trenes abren sus puertas unos segundos, o entrás, o te quedás sólo en la estación de tu duda.”

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