EL JUGUETE RABIOSO/ la toma de la escuela Manuel Belgrano
¿Qué pretende usted de mí?
Por Isabel Sarli
Andrei Tarkovski uno de los más grandes cineastas de todos los tiempos, escribió que la función indiscutible del arte se enlaza con la idea del conocimiento. En su libro Esculpir el tiempo, el fallecido director ruso afirma que el efecto artístico se manifiesta en conmoción catártica. Un sentimiento poético que el aborrecible Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, niega en hechos.
Desde comienzos de noviembre pasado, estudiantes y docentes de la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano tomaron la misma en represalia contra el Gobierno de Macri. Esta defensa se produjo por la negativa del Ministerio de Educación porteño a renovar los títulos que otorgan las escuelas de arte de la ciudad tal cual venía ocurriendo desde la sanción de la Ley Federal de Educación, durante el menemato. En octubre del 2008 el Gobierno de la Ciudad reemplazó la prórroga reclamada, por la creación del Instituto Superior Metropolitano de Arte (I.S.M.A.). En la página web del Gobierno el mismo Macri confirmó “Lanzar un instituto nuevo representa una gran responsabilidad, porque nos embarcamos en la búsqueda de la excelencia para generar docentes y artistas de alto nivel”. El mismo artículo reza “También contribuirá al diseño de políticas culturales que garanticen el acceso y la inclusión de todos los ciudadanos al conocimiento del arte, auspiciar un profundo proceso de cambio social, promover los valores de identidad nacional, influir en el desarrollo de la cultura popular y preservar el patrimonio artístico del país”. Hermosas palabras diluidas en la vomitiva realidad de la Belgrano y del resto de las escuelas de arte.
¡Es el arte, idiota!
El nacimiento del I.S.M.A. tiene como efecto material convertir a la mítica escuela en un simple secundario técnico. Esta fue fundada hace cien años y a lo largo de su existencia graduó a geniales artistas como Antonio Berni y Lino Spilimbergo.
Más allá de lo relatado, lo que reclaman hace tiempo docentes y estudiantes es la creación definitiva del Profesorado. Como Magisterio que es (por lo menos hasta ahora), la Manuel Belgrano otorga el título de Maestro válido únicamente para Capital Federal. Con el Profesorado esa validez asciende a nivel nacional. Sin considerar la protesta, el jefe de Gobierno y su ministro de Educación Mariano Narodswki, largaron la inscripción al Instituto el 15 de noviembre último. La estupidez llega a su máximo esplendor ya que el I.S.M.A. no tiene ningún decreto de creación firmado, y mucho menos un plan de estudios aprobado. Además de la toma y muestras callejeras, estudiantes y docentes recurrieron a la justicia para frenar este fascista delito gubernamental.
Actualmente la escuela permanece tomada y así lo estuvo de forma constante en el verano. Ante esta medida y los reveses judiciales recibidos, el Gobierno de la Ciudad modificó virtualmente (porque no hay nada legal que lo manifieste) la función del invento macrista. Éste sería ahora un ente supervisor de los Profesorados, brindándole autonomía a cada escuela y/o instituto. La Belgrano pasaría a ser el Instituto Superior de Formación Docente para Artes Visuales, aunque igualmente la lucha continúa y todo permanece en al aire hasta que no esté debidamente reglamentado.
En uno de los tantos blogs como http://www.ebamanuelbelgrano.blogspot.com/, se cuestionan “¿…qué pasa con los contratados del magisterio y el presupuesto? ¿De qué forma podemos garantizar que se respete a la comunidad educativa de la Belgrano en el momento de realizar modificaciones sobre la institución? ¿Cómo se sostiene la autonomía de cada profesorado?”. Por nuestra parte le preguntamos al jefe de Gobierno porteño ¿Qué pretende usted con todo esto?
Aunque continúen los ataques de las autoridades gubernamentales, aunque los docentes permanezcan con sueldos miserables y aunque sabemos que estas luchas son largas y que algunos perecen o abandonan en el camino, sentimos como el escritor ruso Alexander Blok que “el poeta crea la armonía partiendo del caos”.
Por Isabel Sarli
Andrei Tarkovski uno de los más grandes cineastas de todos los tiempos, escribió que la función indiscutible del arte se enlaza con la idea del conocimiento. En su libro Esculpir el tiempo, el fallecido director ruso afirma que el efecto artístico se manifiesta en conmoción catártica. Un sentimiento poético que el aborrecible Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, niega en hechos.
Desde comienzos de noviembre pasado, estudiantes y docentes de la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano tomaron la misma en represalia contra el Gobierno de Macri. Esta defensa se produjo por la negativa del Ministerio de Educación porteño a renovar los títulos que otorgan las escuelas de arte de la ciudad tal cual venía ocurriendo desde la sanción de la Ley Federal de Educación, durante el menemato. En octubre del 2008 el Gobierno de la Ciudad reemplazó la prórroga reclamada, por la creación del Instituto Superior Metropolitano de Arte (I.S.M.A.). En la página web del Gobierno el mismo Macri confirmó “Lanzar un instituto nuevo representa una gran responsabilidad, porque nos embarcamos en la búsqueda de la excelencia para generar docentes y artistas de alto nivel”. El mismo artículo reza “También contribuirá al diseño de políticas culturales que garanticen el acceso y la inclusión de todos los ciudadanos al conocimiento del arte, auspiciar un profundo proceso de cambio social, promover los valores de identidad nacional, influir en el desarrollo de la cultura popular y preservar el patrimonio artístico del país”. Hermosas palabras diluidas en la vomitiva realidad de la Belgrano y del resto de las escuelas de arte.
¡Es el arte, idiota!
El nacimiento del I.S.M.A. tiene como efecto material convertir a la mítica escuela en un simple secundario técnico. Esta fue fundada hace cien años y a lo largo de su existencia graduó a geniales artistas como Antonio Berni y Lino Spilimbergo.
Más allá de lo relatado, lo que reclaman hace tiempo docentes y estudiantes es la creación definitiva del Profesorado. Como Magisterio que es (por lo menos hasta ahora), la Manuel Belgrano otorga el título de Maestro válido únicamente para Capital Federal. Con el Profesorado esa validez asciende a nivel nacional. Sin considerar la protesta, el jefe de Gobierno y su ministro de Educación Mariano Narodswki, largaron la inscripción al Instituto el 15 de noviembre último. La estupidez llega a su máximo esplendor ya que el I.S.M.A. no tiene ningún decreto de creación firmado, y mucho menos un plan de estudios aprobado. Además de la toma y muestras callejeras, estudiantes y docentes recurrieron a la justicia para frenar este fascista delito gubernamental.
Actualmente la escuela permanece tomada y así lo estuvo de forma constante en el verano. Ante esta medida y los reveses judiciales recibidos, el Gobierno de la Ciudad modificó virtualmente (porque no hay nada legal que lo manifieste) la función del invento macrista. Éste sería ahora un ente supervisor de los Profesorados, brindándole autonomía a cada escuela y/o instituto. La Belgrano pasaría a ser el Instituto Superior de Formación Docente para Artes Visuales, aunque igualmente la lucha continúa y todo permanece en al aire hasta que no esté debidamente reglamentado.
En uno de los tantos blogs como http://www.ebamanuelbelgrano.blogspot.com/, se cuestionan “¿…qué pasa con los contratados del magisterio y el presupuesto? ¿De qué forma podemos garantizar que se respete a la comunidad educativa de la Belgrano en el momento de realizar modificaciones sobre la institución? ¿Cómo se sostiene la autonomía de cada profesorado?”. Por nuestra parte le preguntamos al jefe de Gobierno porteño ¿Qué pretende usted con todo esto?
Aunque continúen los ataques de las autoridades gubernamentales, aunque los docentes permanezcan con sueldos miserables y aunque sabemos que estas luchas son largas y que algunos perecen o abandonan en el camino, sentimos como el escritor ruso Alexander Blok que “el poeta crea la armonía partiendo del caos”.
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