ENSAYO / nota al pie de Rodolfo Walsh


La violencia de clase en la literatura argentina


“(…) la literatura, cuando trabaja a dos voces, con las dos culturas [cultura dominante y cultura subalterna], las politiza de modo inmediato. Funde lo político con lo cultural, porque funde los lenguajes con relaciones sociales de poder; y porque no hay relación entre culturas sin política ya que entre ellas no hay sino guerra o alianza” (Ludmer, 1998).

La violencia se hace presente de distintos modos, en diferentes ámbitos, como en una fábrica, en la calle, en un estadio o tras un escritorio de editorial. En Nota al pie de Rodolfo Walsh se pueden ver representadas distintas formas de ejercer violencia. En este escrito se indagará en la subalternidad, la cultura popular y la reproducción de la hegemonía (estado -maquina cultural privada).

por Laura Larrea

Según el sociólogo argentino Pablo Alabarces, en el cuento de Rodolfo Walsh se observan tres tipos de subordinaciones:

1-La subordinación con respecto al nivel de clase social a la que pertenece León de Sanctis (el traductor protagonista del relato).

2-La literatura que traduce es subalterna al interior del campo intelectual, es considerada menor con respecto a otros géneros.

3-La nota al pie es la subordinada al texto, es un sometimiento gráfico. El lugar en que ésta se ubica es abajo, arriba está lo bueno, el resto es aquello que sobra, lo malo.

Alabarces plantea al cuerpo como una dimensión en la que se constituye la identidad. En el caso de León de Sanctis se pretende un cambio de identidad a partir de un cambio laboral, procura pasar de ser un obrero a convertirse en un intelectual; en este contexto se producen transformaciones físicas: sus manos dejan de ser ásperas y sucias, para mutar en manos suaves y limpias; su vista se ha ido desgastando, su cuerpo encorvándose ante la máquina de escribir, para convertirse en el cuerpo delicado de un obrero de la intelectualidad, ya que lo único que tiene para ofrecer al mercado es eso, su cuerpo.

León no produce literatura, reproduce (en realidad traduce). Es decir, como obrero intelectual se dedica a usar sus neuronas para trascribir de manera correcta; no es un intelectual que produce conocimiento/literatura. En cualquier tipo de innovación que él quería implementar Otero, su jefe, la censura, además lo persuade cuando aspira a traducir otros géneros más cultos, y especialmente cuando pretende comenzar una posible carrera de escritor.

La puesta en escena de lo popular es política y violenta, no sólo porque exhibe la dominación, arbitrariedad de clase y las diferentes estéticas, sino porque ellas se inscriben con violencia en el cuerpo del protagonista. La vida misma de León finaliza de modo violento, atravesado por las fuerzas que estas desigualdades producen. Ser conciente que mantenía su condición social e incluso sentirse “(…) habitado por otro, que es a menudo un imbécil (…); prestar la cabeza a un extraño, y recuperarla cuando está gastada, vacía, sin una idea, inútil para le resto del día”, fue lo que lo condujo al suicidio.

LUCHA DE CLASES

En términos estéticos la manera en que está narrado el cuento, el aspecto grafico que exhibe las dos voces, realidades, mundos que se van desplazando; fomenta una violencia que reside no sólo en la historia sino también en cómo está relatada. Lo que se hace visible en estas dimensiones (historia contada e imagen visual del texto) es el enfrentamiento entre dos voces (la subalterna y la dominante). A lo largo del cuento la nota al pie va ganando espacio en la hoja, desplazando al “relato oficial”.

El texto puede ser considerado en clave de guerra, debido al enfrentamiento que se representa cuando se desplaza una voz sobre la otra, al reconocimiento de lo dominante como lo correcto, y cómo lo subalterno toma posición y se reconoce a si mismo, pero siempre sin dejar de ser Nota al pie.

Por otra parte, a la muerte de León se la puede leer como un final necesario en el marco de una guerra, siendo la misma el testimonio del fracaso de un sistema apoyado en la quimera de ascenso social, la cual colocó a León De Sanctis en una posición de resistencia a reconocerse como parte de la clase obrera.

A lo largo de ambos relatos se muestra que León ha incorporado para sí la mirada de la clase dominante, renegando de sus pares, empieza a verlos como “idiotas”, “imbéciles”, y ellos a la vez piensan que es un loco, un letrado que absorbió concepciones hegemónicas de la clase dominante.

El fracaso del sistema consiste en solapar la dominación disfrazándola de paternalismo, y esto se hace visible en la relación que León establece con sus jefes, tanto con el de la gomería como aquel de la editorial. Estas relaciones, mezcla de amor, respeto y temor, indican la existencia de las relaciones hegemónicas al interior del personaje.

En el cuento está representado el remplazo de la máquina cultural pública por la privada. En un momento del crecimiento de la cultura de masas, la función de creación de discursos y planificación educativa es tomada por los entes privados (televisión, editorial, etcétera). Este remplazo al que se hace referencia se complementa con las palabras de Alabarces “suplantar el camino de la institución educativa formal. Aquel que no podía hacer la primaria, secundaria, universidad, expulsado del sistema educativo, la Pitman le daba un oficio”.

Es interesante abordar el análisis de la violencia simbólica, cultural y social, desde este personaje, porque permite dar cuenta de la perversión ejercida en la falsa promesa de ascenso social; esto es lo que en definitiva termina de surcar heridas en León, hasta conducirlo hacia la muerte.

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